miércoles, 9 de septiembre de 2009

Los hijos son para siempre.

Muy a menudo (o quizás no tan a menudo) nosotros los padres perdemos el norte y pensamos que los hijos, con que lo saquemos de la casa ya se fueron, que ya dejaron de ser hijos nuestros y que con darle la espalda ya los problemas se solucionaron.
Pues te tengo una amarga respuesta, no es así, la realidad es que los hijos no se borran, no se eliminan, no se exterminan siguen siento hijos de sus padres, hijos de tus defectos como padre, de tus virtudes como padre, siguen ahí hasta el día de tu muerte si es que tienes suerte y te mueres primero porque de no ser así, sufrirás ver como entierran a tu hijo/a, para el ser humano no es natural enterrar a un hijo, lo normal es que nuestros hijos sean los que nos vean morir a nosotros.
Me llega a la mente la canción del cantautor y político Panameño, Rubén Blades, "Amor y Control" que reza en uno de sus estrofas:
"Aunque tu seas un ladrón y aunque no tienes razón, yo tengo la obligación de socorrerte y por más drogas que uses y por más que nos abuses la familia y yo tenemos que atenderte"
Sin embargo a veces esto se olvida y algunos padres creen que dándole la espalda y abandonándolos se van los problemas, mas sin embargo eso no es así, esa actitud lo único que hace es acrecentar más los problemas y generalmente terminan en una desgracia y entonces sin tiempo solo piensan en que tuvieron la oportunidad de hacer algo por su hijo/a y no lo hicieron.
Solo pido a Dios que si alguien le esto y se ve en el espejo, que lo perdone y le aclare la mente para que sepa actuar con sapiencia y madurez frente a la adversidad.

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