martes, 7 de octubre de 2008

De la política y otros demonios, Annet Cardenas, DL

De la política y otros demonios

En el partido oficialista parece que se han desatado los demonios. A no pocos de los dirigentes afortunados que fueron confirmados en sus cargos tal vez se les ha subido a la cabeza la arrogancia como las espumeantes burbujas del champagne que muchos descorcharon con la victoria electoral del pasado 16 de mayo.
Sin embargo no todos los miembros -¿o militantes?- del Partido de la Liberación Dominicana están de plácemes. El descontento está minando las filas de la que ya se ha convertido en la primera fuerza política en el país. Ya no es suficiente la férrea disciplina inculcada durante años para aguantar a las bases, que se siente olvidada y relegada ante los compromisos políticos “extracurriculares” que ha asumido la cúpula morada. De hecho, los partidillos aliados del PLD están cumpliendo más con sus militantes y simpatizantes que los propios peledeístas.
Y esta situación está rasgando el velo de homogeneidad que cubría el interior del partido de Gobierno y está dejando ver ciertos indicios que es imposible pasar por alto. Resulta interesante, por ejemplo, que el Presidente del partido haya designado una comisión para atender los reclamos de los peledeístas insatisfechos de la que excluyó al secretario general de la organización, Reinaldo Pared Pérez.
También llama la atención que el mandatario designara como Consultor Jurídico a un viejo amigo suyo, pero que recientemente protagonizó un enfrentamiento verbal televisado con el Presidente del Senado, que es - oh coincidencia-, Reinaldo Pared Pérez, cuando las sesiones del juicio político a los miembros de la Cámara de Cuentas. Ese precedente puede incidentar y dificultar la comunicación que debe existir entre la Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo y la Presidencia de la Cámara Alta del Congreso Nacional.
Por si no fuera suficiente la carga sobre Pared Pérez, ahora sale a la palestra el senador peledeísta por La Vega, solicitando, ante la opinión pública, la destitución del secretario general de su partido, por -si lo entendí bien- no haber canalizado los reclamos de las bases del PLD.
Sería curioso descubrir desde dónde verdaderamente es que salen tantos ataques contra Pared Pérez. ¿Son los demonios de la política o al Presidente del Senado alguien le está declarando la guerra de manera encubierta desde su mismo partido? Cosas veredes…

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